Avanzamos, nos vamos adaptando a este nuevo hábitat que nos
alberga entre palmeras, cocoteros y bananos. Avanzamos, a través del tiempo,
tras mes y medio al otro lado del charco, nos vamos sintiendo como en casa,
sabemos que hacer y donde hacerlo, saludas a gente por la calle, sientes el
aroma a maíz tostado como propio, la dulzor del banano frito hace que las
papilas gustativas recuerden el sabor de calabaza frita con azúcar en vísperas
del 19 de Marzo. Pero en esta última quincena ocurrió algo muy esperado,
comenzó el proyecto, conocimos a las personas con las que vamos a compartir
estos 8 meses restantes. Personas de entre 8 a 13 años, de familias humildes, y
pobres, de situaciones realmente difíciles, los olvidados por el gran capital,
los nadie, que dice Galeano.
Desde ahora hasta Enero colaboraremos con cinco colegios
públicos de la ciudad de Diriamba (La Asunción, Rubén Darío, Francisco Cordero,
René Shick y Pedro Joaquín Chamorro), en los cuales uno encuentra mil
experiencias y expresiones: humildad, tristeza, respeto, felicidad, odio, amor,
futuro, presente y pasado, comprensión, sonrisas y lágrimas…
No se puede describir lo que se siente cuando la primera vez
que contactas con estos niños te saludan mostrándote un respeto con el que uno
incluso siente miedo, y mucho menos explicable es la sensación cuando acabas la
jornada y todos los niños pasan uno a uno a darte un abrazo para despedirse, o
para recibir otro a cambio (en un mundo en el que la verdadera crisis no es
económica, sino de empatía). Esa empatía que, entre cervezas, nos brinda un
exguerrillero del FSLN, aprendo en una hora de conversación mutua con él que en
muchas clases inacabables del instituto o la universidad. Nos aborda sobre la
cultura nica, sobre los peligros y placeres que alberga, sobre su vida, Don Jaime nos pregunta sobre la nuestra, mientras
se atusa el bigote, besa la boca de la rubia y acaricia el ala ancha de su
sombrero mexicano (un placer compartir palabras con usted).
Avanzamos, tras esta larga, y corta, senda, iluminada en la
noche más oscura, y oscura en el día más iluminado, continuamos con nuestra
particular trashumancia, sin hogar fijo, buscando pasto que nos alimente, en un
libro, en una canción, en una charla, en un rostro desconocido (pero familiar
al mismo tiempo), en un mensaje de texto, en un poema o una foto provenientes
de la capital de España en los últimos
días libres de 1936.
“El misterio de la vida nos acerca y nos aleja, pero el amor
es más grande que todas las contradicciones” Gioconda Belli
Ocho día y siete noches, aprendizaje (sobre uno mismo y sobre
los que le rodean), cultura, naturaleza, nostalgia, llantos, risas, sudor,
cerveza, ron, café…
Granada nos acoge durante unasemana en este proyecto de EVS. El motivo es realizar el curso de
capacitación-formación para poder llevar a cabo los diferentes proyectos, para
conocernos mejor, compartir y sobre todo para aprender. Aprender a aprender,
hacer tuyos conocimientos ajenos, incorporarlos a tu “yo”, interiorizarlos para
acrecentar tu ser y poder decir, una vez acabado este viaje por la vida, que
“tú sí aprendiste”: aprender del poeta (que justo hoy colonizó el cielo de
nuestro compartido Petrer) que la dedicación por algo, el entregar todas tus
fuerzas es inmensamente gratificante, cuando has vertido miles de lágrimas
sobre una hoja llena de letras, que para ti son simple desahogo y que para
otros es arte (et vull germà); aprender de grandes mc’s que “un grup de rap es
amistat, no cap empresa”, que los tienes al lado cuando peor estás, que nunca
te han fallado ni te van a fallar, que más vale dar la vida por ellos que por
un empresario (os recuerdo en cada instrumental, en cada grafiti, en cada power-move)
; aprender de princesas, que son las más fuertes y valientes luchadoras que uno
ha conocido, que la vida no se acaba mañana, y que por mucho que uno ame, no se
pueden desperdiciar oportunidades únicas (sigue luchando compañera); aprender
de amores, reinas… que el ser humano ha de ser independiente, y fuerte, si
quiere sobrevivir en esta jungla (seguiré esperándote); aprender de grandes
maestras profesionales, que el trabajo con niños es necesario, no una elección,
que solo ellos son el futuro, pero lo son si se les educa a conocer, a
criticar, a informarse, a preferir un libro de Machado a la basura televisiva,
a entregarse en vida a cada uno de los proyectos en los que te sumerges (te
quiero)… aprender a aprender que la vida es continuo cambio, materialismo
dialéctico.
Todo esto reflexioné en Granada (La Gran Sultana), primera
ciudad colonial de América, que todavía conserva su estructura y su colorido,
ciudad que acoge la gran semana de la poesía nicaragüense, que crece a orillas
del gran Lago Cocibolca (uno de los más grandes del mundo) con su volcán
Mombacho repleto de vida salvaje, azufre, biodiversidad…, sus isletas mostrando
la desigualdad de nuestro actual sistema (lujosas mansiones cubriendo una isla
en la que se observa un pequeño cuadrado de latas que sirve de alojamiento para
los trabajadores de la finca).
Para finalizar, el día que cumplimos un mes en este gran
país, nos desplazamos hasta el Teatro Nacional Rubén Darío de Managua, allí se
celebra un acto para conmemorar al joven revolucionario Luis Alfonso Velásquez
Flores (asesinado por la guardia fascista de Somoza cuando solo contaba con 9
años de edad). Pero el acto, desde mi punto de vista, está lejos de ello, en
este acto se observa el machismo reminiscente en la sociedad nica, tratar a una
niña como una mujer, poniéndole harapos para hacerla aparentar una secretaria
en New York, un objeto sexual, una subespecie al servicio del hombre,
haciéndola bailar como un ave en celo para llamar la atención del macho…
sinceramente, camaradas, si creéis que este es el camino revolucionario para
buscar la igualdad estáis muy equivocados, que se lo pregunten a la niña
violada a las afueras de Granada, en la zona rural, y que es humillada por la
psicóloga que supuestamente debía ayudarla diciéndole “la violación es una
castigo de Dios, no puedes abortar, debes asumir la carga”, o a la adolescente
que por temor a la marginación no utiliza medidas anticonceptivas y debe tomar
la decisión de traer al mundo una nueva persona, sin poder asegurarle una vida
digna (ni a su hijo ni a ella misma). Mucho debe cambiar esto, compañeros, y si
de verdad es un proceso revolucionario, no hay tiempo que perder, ya lo avisó
Cortázar en su “Nicaragua, tan violentamente dulce”: el machismo es la gran
lacra latinoamericana.
Así concluye mi primer mes por tierras tropicales, esperando
la tormenta que inunde el silencio que ahogue mi dolor.
“UN LOCO YERRA, PERO NUNCA MIENTE
Me prometí no escribirte
por no saber llorar
como corresponde,
por no saber follar
a deshora
y dejar insatisfechas
a las amantes
que me regalaron
su CUERPO.
MUJERES
sin nombres
con los nombres
más bellos
y los PECHOS
de CARNE,
leche y nube;
la fuente de la VIDA,
condena de POETAS
que juegan
inocentes a que venga
la MUERTE
y los entierre
o les sorprenda.
Me prometí no escribirte,
no mencionarte
en estas líneas
porque sólo soy
el polvo de las estrellas
descompuestas
que se baten bajo tierra
y es en el subsuelo
donde mi EGO
grita en silencio
y los electroshocks
son tu RECUERDO.
Me prometí no escribirte,
OLVIDARTE
para poder seguir
MURIENDO,
que la vida es bella
si ésta sigue siendo la esquina
de la calle más concurrida
de Granada
donde borrachos,
vagabundos
y princesas
vomitan sus miserias.
Me prometí no escribirte,
DESAPARECER
tras el poema
donde PERMANECÍA
junto a ti
en una cama recluida.
Me prometí no escribirte
porque quise matarte
al mencionar tu nombre,
al imaginarte
DESNUDA
y dejándome
que te tocara
la SAGRADA
hendidura
con mi volcánica
LENGUA
de lagarto;
reptando
por tu espalda
–que es una ciudad en llamas–,
serpenteando
con mi columna
vertebral
como un reptil
invertebrado,
permaneciendo
INERTE
dentro de tu útero
o derramándome
en el universo
de la BOCA
de tus glúteos.
Me prometí no escribirte,
que mis versos
fuesen el cementerio
de tu imagen
y los cuervos
con trajes NEGROS
llevasen ROSAS
a mi tumba.
Me prometí no escribirte
y he faltado a mí palabra.
Es lo que tiene
SER un «maldito»
neurótico
que yerra
pero NUNCA
miente.” Pabl Owski, Poetas de Petrer, Antología Poética.