Primer contacto con la selva centroamericana. El trayecto que
recorremos en este pequeño gran viaje: Selva Negra-Matagalpa-Cerro de Peñas
Blancas-Jinotega. Las sierras interiores de Nicaragua, escenario de los
principales combates revolucionarios del Frente Sandinista de Liberación
Popular, parte de la Reserva de la Biosfera de Bosawás, el pulmón del país (dicen
de esta zona los nicas), cuna de libertadores sandinistas, ejemplo de lucha y
dignidad.
Selva Negra:
Selva Negra nos recibe a pleno sol, después de uno de los
tantos viajes en autobús colapsado tan característico de Latinoamérica. La
fauna y flora presente en este paraje, a escasos kilómetros de Matagalpa, es
interminable: monos araña, loros, papagayos, ardillas, colibrís, ánades,
matapalo, palmas, bambú… El agua abunda, principio de la vida, lo que permite
este órdago de especies vitales. No conseguimos visualizar gran cantidad de
estas especies, principalmente por dos motivos: las horas a las que realizamos
la visita (12 del mediodía) y la época del año (verano). El calor, punto de
unión de etas dos variables, hace que los animales se camuflen e intenten
gastar el mínimo de energía para no ser capturados por posibles depredadores.
Aun así, escuchamos el canto de varios papagayos y loros, quizá nos pedían una
visita en otra época y a otras horas, o seguramente avisaban a sus cohabitantes
que un peligro había entrado en la zona. El paisaje selvático, tan repleto de
belleza, le hace a uno recordar los momentos y las caras tan lindas y
sonrientes que le hicieron llegar hasta aquí y le obligan (o se obliga a sí
mismo) a escribir lo que ve y siente para poder compartírselo. La visita a
Selva Negra acaba con una nueva sorpresa, el bus no pasa, y no nos queda otra
para llegar a Matagalpa que hacer autoestop o “raid”. Parece fácil, pero os
aseguro, que siendo nueve los integrantes del grupo, no es sencillo encontrar
un vehículo dispuesto a transportarnos y con capacidad para ello. Al final,
como el Frente Sandinista hace ya más de 30 años, obtuvimos la victoria.
Matagalpa:
Bienvenidos a la cuna de los grandes revolucionarios
nicaragüenses, así nos recibe la gran ciudad elevada de Matagalpa (700m de
altitud), con una gran efigie de los comandantes del Frente Sandinista de
Liberación Nacional: Tomás Borge Martínez (1930-2012) y Carlos Fonseca Amador
(1936-1976). No creo que fuese casualidad, que el 14 de Abril (aniversario de
la instauración de la II República Española, que, con errores, intentó vestir
de gala y purpura el territorio que tanto añoro, ¡la tercera será obrera y
popular!) me encontrase en esta ciudad, que recuerda a sus héroes
revolucionarios y no a sus verdugos, como tan bien se conoce en “mi” patria (la
historia la escriben los que vencen…). Es la primera gran ciudad que visitamos,
probamos sus dos grandes manjares: café y ron, lo cual se convierte en motivo
de celebración, o eso parecen decir nuestros exoesqueletos. Por dentro, la
alegría no rebosa, menos cuando el efecto del alcohol etílico te hace recordar
y asimilar, que queda mucho, que todo no puede ser y que con quien tú quisieras
bailar una cumbia infinita está volando por lejanas tierras. Como no, esta
hermosa ciudad también recuerda a su gran poeta, Rubén Darío, gran literato de
las letras hispanoamericanas, con una gran estatua en el parque que lleva su
nombre, cerca del museo Carlos Fonseca.
Cerro de Peñas Blancas:
A primera hora de la mañana del Lunes 14 de Abril salimos
hacia el Cerro de Peñas Blancas (1700m de altitud), pequeña porción de la
Reserva de la Biosfera de Bosawás. El viaje en bus por las serpenteantes
carreteras es espectacular y lleno de sensaciones, paisajes inacabables,
sonidos de aves que el intelecto humano nunca hubiera podido imaginar, las
nubes comenzando a elevarse por las altas cumbres… Acabamos el viaje antes de
lo esperado, a escasos kilómetros de nuestra parada, debido a que el saturado
medio de transporte no puede soportar una dura subida y acaba por ponerse en
huelga y obligar a sus pasajeros a dejarlo descansar. Decidimos acabar el
camino a pie, cruzando la selva, y es entonces cuando se abre entre nosotros el
indescriptible paraje, todo verde, nebliselva o bosque húmedo de alta montaña,
evapotranspiración llevada al límite, cada paso que se da es un derroche de
sudor y toxinas al ambiente… para conocer la zona contratamos a un habitante de
la zona desde que nació, parido por la selva, el cual nos muestra como sangran
los árboles, como vuela el guardabarrancos, como lucha la flora por conquistar
un hábitat, como zumban las abejas recolectoras de miel y como la almacenan en
el interior de los troncos, como la planta cafetera lucha contra incontables
plagas, como el agua fluye y hace que brote tal cantidad de vegetación que el
oxígeno colapsa los cuerpos que se internan en esta salvaje selva. A la caída
del sol, se escuchan sapos, ranas, búhos, aves desconocidas, luciérnagas… y la
gran Luna, más grande que nunca, de tonos anaranjados, parece decirnos que la
deforestación que se está produciendo en esta zona, vital para el planeta, le
hace llorar sangre, la sangre de los campesinos muertos por defender las
tierras, de los guerrilleros que gritaron Nicaragua Sandinista, de los árboles
que ya no podrán robar dióxido de carbono de la atmósfera y regalarle puro
oxígeno.
Jinotega:
Último punto de este viaje, 1004m de altitud, ajetreado
mercado, con el gran lago de Apanás pidiendo las cercanas lluvias, paisaje de
agua dulce que sirve de hidratante para las aves, vacas y caballos que cubren
la zona, de sustento para numerosos pescadores que buscan el preciado pescado
de la región: guapotes. En plena ciudad me encuentro ante numerosos
recordatorios de que esta ciudad fue escenario de grandes batallas
revolucionarias en la guerra libertadora contra el sangriento Somoza: murales,
banderas rojas y negras, monolitos, …
Regresamos a nuestros hogares, con la mente puesta en el
cosmos, esperando respuesta de otra selva, también tropical, la cual alberga en
estos momentos a personas capaces de robar el sueño, de hacerte volar, de
querer compartir con ellas todos tus momentos vitales.
19/04/2014